miércoles, 7 de enero de 2015

Una Fortuna Peligrosa, de Ken Follett

Hace ya varias semanas que me terminé este libro, y aún no había encontrado el momento para hablar de él, pero ya ha llegado. Dejo un breve resumen del argumento y luego paso a comentar lo que me ha parecido.

   
 " La riqueza de los Pilaster se basaba en el banco de la familia, una de las más sólidas y respetables instituciones financieras del Londres victoriano. En torno al consejo de administración, que preside el anciano Seth Pilaster, giran las ambiciones de la familia, sobre todo las de Augusta, su maliciosa nuera, y las de Hugh, nieto de Seth. Augusta, junto a su falta de escrúpulos, cuenta con la alianza de Miguel Miranda, vástago de una brutal familia de caciques sudamericanos que desea contar con el apoyo del banco para sus proyectos de dominio. La lucha entre la perfidia de Augusta y la tradicicón de honradez de Hugh marcará durante treinta años los destinos del banco. "

Es un libro genial, de los que te engancha desde el primer momento. De los que no puedes dejar de leer porque estás totalmente absorta en la historia y en las triquiñuelas. Es un claro ejemplo de lo que ha pasado, pasa y pasará en la sociedad siempre que haya dinero de por medio. También es un claro ejemplo de que el mundo está lleno de malas personas que por sus propios intereses son capaces de todo, aunque menos mal que también es un ejemplo de que no todo está perdido y de que siempre hay personas buenas, honradas y de buen corazón que son las que hacen que merezca la pena.

Recomendadísimo sin ninguna duda. Si hubiera podido escribir de este libro antes del día de Reyes hubiera dicho que es perfecto para regalar y con el que quedar fenomenal porque se lo regales a quien se lo regales le va a gustar. Así que aunque para Reyes ya llegamos tarde... Nos queda todo un año por delante para poder regalar, y no hace falta que sea una fecha especial porque un libro se puede regalar cualquier día del año. 


lunes, 5 de enero de 2015

Querido Tú

Hoy iba a dedicar el post a la persona que más me ha decepcionado en 2014, pero creo que al final no lo voy a hacer, aunque siento tantas ganas de desahogarme… Que no sé si podré contenerme.

Me considero una persona honesta, sincera, clara, cariñosa… Sé escuchar, sé hacer reír, sé hacer de apoyo… Francamente me considero una buena persona. No es por halagarme a mí misma en exceso, es que es una realidad. Y me molesta, me duele, me cabrea que la gente no se porte igual conmigo.

Entiendo que tiene que haber de todo en el mundo. Y que hay que conocer a todo tipo de personas. Pero cuando me hacen un feo y no lo entiendo me cuesta mucho más asimilar las cosas. Y entonces me quedo un tiempo tocada y muy sensible. Y ahora es así como me encuentro.

Y lo que me enfada de todo esto, sobre todo conmigo misma, es que todo esto me pase por una persona que no me tiene en cuenta para nada. De repente. Así. Sin más. Y siento ganas de llamar a esa persona, y de escribir… pero me arriesgo a que no me conteste y eso si que puede hacer que mi ira crezca hasta límites insospechados.

Así que ando como una bomba de relojería, que a lo mínimo puedo estallar como una loca y dejar a la gente totalmente sorprendida. Y una de mis máximas preocupaciones es que cuando me encuentro en este estado es cuando más suelo decir las verdades y eso siempre me trae problemas.

Porque la sinceridad está sobrevalorada. Se creen las personas que por ir con la sinceridad por delante está permitido hacer daño e incluso faltar al respeto. Y no. Pero de educación, a veces, andamos también muy escasos. Así que voy con pies de plomo, pero como necesito desahogarme y esta es la única manera porque he decidido no llamar ni escribir, ahí van mis palabras hacia esa persona. A pesar de haber dicho al principio del post que no iba a hacer esto pero soy impulsiva.

Querido tú,

Sé que no te he hecho nada para que estés así por lo que mi conciencia está tranquila, pero tengo que decirte que te estás portando de una manera tan asquerosa, tan poco… de todo… que sólo me gustaría pegarte. Pero como no soy violenta te diré que me has perdido, que es muy difícil que vuelvas (si es que algún día te lo planteas) porque tengo un par de argumentos, no me hacen falta más, que te dejarían perplejo. Me has decepcionado tanto y a la vez me pareces tan falso que no puedo entender nada de todo lo anterior.

Espero que seas feliz y que te vaya bien la vida, porque en el fondo sé que no eres mala persona, pero es que estás jugando a ser mayor y siento decirte que te queda grande. Y aún así, porque soy buena persona, sólo me queda decirte “ Que te vaya bonito “.